Al meterse a la pileta o simplemente al bañarse, el agua puede ingresar al oído y causar irritación e inclusive infección. Por lo general, el agua puede entrar y salir de la oreja sin ningún problema.

Sin embargo, puede ocurrir que el agua penetre el canal auditivo, obstruyendo el oído. Esto puede causar problemas, tales como dolor, picazón, audición reducida y zumbido. Para prevenir, es necesario realizar un tratamiento y asegurarse de sacar el agua tan pronto como sea posible. ¡Te contamos los pasos a seguir para quitar el agua de la mejor manera y mantener tus oídos saludables!

El primer paso es mover la cabeza de lado a lado y luego doblar la oreja afectada hasta el hombro y golpear el lado opuesto con la palma de la mano. Cuidado que el agua puede salir para la fuerza.

Si esto no ayuda, intentá aplicar presión sobre el oído afectado y dejar que la gravedad asuma el control. Empujá la mano duramente al lado de la oreja afectada y dejala ir. El efecto de succión sacará el agua de la oreja.

Además de la toalla o el papel tissue, también hay productos comerciales con alcohol y ácido acético (comúnmente conocido como «alcohol boricado») que pueden ayudar en la tarea. El mismo actúa como astringente ya que disminuye la densidad del agua y así permite eliminarla.

Si aparece dolor en el oído, aconsejamos no poner gotas antes de consultar con un pediatra (en el caso de los niños) o un especialista ya que ellos indicarán el mejor tratamiento a seguir.

Y tené muy en cuenta estos consejos para cuidar tus oídos durante el verano y el resto del año:

  1. No rasques ni insertes hisopos u otros objetos. Los oídos no se limpian, solamente las orejas con papel tissue.
  2. Mantené la zona de la oreja y los oídos bien secos.
  3. Evitá nadar donde el agua esté contaminada.
  4. Consultá siempre a un especialista ante cualquier duda o presencia de dolor.
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